No sabemos si hay algo que haga mal Beyoncé pero parece que no sólo cantar se le da estupendamente. La artista ha recogido el Premio Icono de la Moda que concede cada año el Council of Fashion Designers of America.
Beyoncé acudió a la ceremonia acompañada de su marido Jay- Z, su hija Blue Ivy y su madre Tina Knowles, a la que nombró varias veces en su discurso de agradecimiento. Ella es quien le diseñaba la ropa en sus comienzos y no son pocas las galas en las que la cantante ha optado por lucir un modelo de su progenitora.
“Cuando empezamos como Destiny’s Child, las grandes firmas no querían vestir a cuatro muchachas negras y curvilíneas. Nosotros no podíamos permitirnos diseños y vestidos de diseñadores”, fueron las palabras que apostilló ante un aforo que más que nunca se preguntaba de quién iba vestida para tal acontecimiento.
Givenchy fue el elegido, acompañado de joyas de Lorraine Schwartz valoradas en nueve millones de dólares. Un look inspirado en el rey del pop a pesar de que la noche rendía homenaje a Bowie. Toda una revelación de la diva del pop que para algo era la premiada.
La cantante finalizó su intervención haciendo un agradecimiento a todos los diseñadores.“Quiero dar las gracias a todos los diseñadores que trabajan sin descanso para hacer que las personas sientan que pueden escribir su propia historia. Ustedes tienen el poder de cambiar la percepción, para inspirar y capacitar, afrontar las complicaciones y ver la verdadera belleza”. Un premio más que seguro que a su abuela costurera le hubiera llenado de orgullo.
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