¡Buenos días! Os escribo a las 2 de la madrugada y vengo de un sitio… maravilloso. Son de esas noches que no olvidadas y que sólo cerrar los ojos recuerdas con facilidad. Te transportas a algo que te apasionó y que guardas en tí para siempre. Prometido que os lo enseño mañana. Daré unas pistas. Los que me seguís en redes sociales vais con ventaja.
Madrid, Aeropuerto de Barajas Adolfo Suárez y todos los nombres que le queráis poner. Porque mira que los rótulos de la carretera son grandes… un día de estos se topan con ‘Bienvenidos a Guadalajara’. En fin, sigo… Un Hangar de Iberia en medio de un ‘medio bosque’, una alfombra roja que terminaba en un avión de la compañía en el que debajo se encontraba un escenario lleno de músicos rindiendo homenaje al más grande de todos ellos. Mañana más. Una noche bonita, de eso no cabe duda.
Pero como es tan tarde y tengo cero ganas de empezar a seleccionar las 324 fotos que me marca la cámara comprenderéis que hoy los vestidos camiseros son lo más de lo más. Puede sonar a broma pero de broma no tiene nada. Me he hecho con una colección este verano y me parecen súper sexys. Si lo combináis con unas cuñas de esparto y con un cinturón le restáis importancia y si lo ponéis con unos taconazos el resultado es de escándalo ¿quién tiene uno en su vestidor? Es una prenda clave, icónica y nunca pasa de moda. Merece la pena invertir en uno de color muy simple y básico para poderlo usar temporada tras temporada. Me voy a dormir, aunque cuando estés leyendo esto estés más despierto que yo 😉 Mil besos en el corazón, mañana más. Paso lista. Y os tengo fichados… os veo las caritas. Gracias por estar.
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