Beatriz Peñalver ha tenido que sumergirse para ver en la oscuridad la claridad. De ahí nace todo, del fondo marino lleno de vida e impulso creativo. Nadando a contracorriente pero bebiendo del oxigeno que a todos nos aporta el mar. Un bonito homenaje también a sus abuelo, que le rinde tributo con esta experiencia que ha compartido con todos.
Una colección que ha salido a la superficie y ha sido salvada para traerla al mejor puerto, el del ‘Museo del Traje’, que ha rescatado las piezas más ambiciosas y con ese aire inconfundible de la diseñadora andaluza.
Red es la vida del mar, que ahora se quedará en la superficie. Merecía ser rescatada.
LA COLECCIÓN
La técnica nido de abeja simula las branquias de los peces, los volantes parecen aletas en movimiento, el crin y las transparencias evocan animales translúcidos e invertebrados, distintas interpretaciones de la fauna y flora, fantasía en aplicaciones de fabricación propia con lentejuelas; colores neutros y luminosos como el coral fluorescente, pude, blanco y algunos detalles nacarados contrastan con el navy que representa la oscuridad de las profundidades del mar, reflejando distintos tonos de azul en función de la luz solar que interceda.
Los prints y las serigrafías romboides son esa red atrapada entre las rocas donde crecen extrañas criaturas. Los corales, amarillos y rojos aparecen en looks estampados y plisados queriendo recoger con líneas rectas la perfección de la naturaleza. Organiza, seda mikado, crep, algodón, crochet, nido de abeja y bordados de lentejuelas conforman RED.


















