¡Buenos días! ¡Vuelta a la normalidad! Lo estaba deseando… por un lado hacer las maletas daba un poco de penilla pero en realidad a mí me apasiona el día a día y hacer mil cosas. No sé que me ha pasado que esta semana, he caído en plancha.
Sofá, manta y peli de toda la vida. Dormir, comer y directa al sofá. No me reconocía ni yo de hecho me tomé la fiebre un par de veces porque estar así toda una semana es algo excepcional. Me ha venido increíble también os lo digo. He estado unos días en la montaña, pocos pero la he disfrutado bastante. Lectura, chimenea y sí… sofá. Hacía fuera un fríoooooo. Todo el mundo que me escribía que qué tal en la montaña… ¡Frío, frío a morir! ¿Y todo bien? Frío, frío a morir… Como en Madrid tampoco ha hecho tanto el cambio fue… pues eso… frío. Y sí, estuve en el Balneario de Panticosa porque he ido toda mi vida y sí… esta semana lo vais a ver en la televisión, espero que una zona tan bonita y tan emblemática del Pirineo se aprecie como tal y sobre todo se cuide como se debe. No me quiero anticipar pero bueno tengo una opinión propia.
A otra cosa… Ahora mismo voy en el tren, estoy prácticamente llegando a mi casa, ese sofá si que me conoce poco… no es que seamos enemigos somos una especie de amantes que se ven cuando pueden. Ayer os contaba en las redes sociales mi intriga sobre si os podría escribir en el tren el post porque siempre me tocan unos compañeros de asiento muy peculiares. Os decía que la más extraña había sido la de Málaga a Madrid. No os puedo dar todos los datos del viaje porque me dio un trayecto fino. No paró de hablar desde Málaga hasta que paró el tren. Me contó siete millones de cosas y yo que arrastraba un dolor de cabeza bueno y unas ganas inmensas de ver las dehesas por mi ventanilla del AVE, terminé con una buena ración de ibuprofeno y los toros… ¡qué toros! Se acojonaron todos, allí no quedó ni el ganadero.
No os digo más que me dijo que escribía poesía erótica, era una señora que estaba ya en edad de jubilación pero seguía ejerciendo (no era escritora, no daré más datos a ver si alguien de Málaga la va a conocer que no sería el primer caso rarísimo) y me dijo mira te voy a recitar un poquito. Yo nooooooooooo, no. No hace falta señora… imaginaos el vagón claro… que la susodicha no hablaba bajo precisamente. Atención porque me dijo te la paso por whatsapp. Ay la madre yo no sabía dónde meterme y contente la risa no veas que viaje. Me explico la novela erótica, la Edad Media y las familias ilustres de Málaga. Todo como veis muy relacionado. Se lo perdono porque me dijo que era muy buena persona, en ese momento yo también lo creí. En fin… que me dio lástima pero no me dejó de repetir que iba con miedo porque una semana antes había descarrilado un tren. Se movía un poco, se agarraba. Hablaban por el megáfono… me miraba con los ojos como platos… Si nos ve Almodóvar hace el film de su vida. Yo ya estaba pensando en 50 sombras de Grey pero me dijo que no. Que lo suyo era muy fino. Estamos salvados.
Mil besos en el corazón, mañana más. Llevo pantalones de Zara, bolso que se lo copié a mi amiga Mariona de Bimba y Lola, camisa de Mango, abrigo de Pedro del Hierro, botas Ugg y sombrero H&M.








