¡Buenos días! Escribo esto no tan ¿glamurosa? como salgo en las fotos… Va en interrogaciones porque es un look más rock que piji-glamu. Tranquilos, es la fiebre. Sí, ya he cogido el primer gran catarro del año como media España. Así que aquí estoy entre paquetes de pañuelos mentolados, el termómetro en la boca y mirando al reloj deseando que se haga la hora de meterme en el cuerpo otro Ibuprofeno. Un panorama vaya. Pero tranquilos que esta semana viene fuerte y me estoy haciendo con una estampita para rezar todo lo que me sé para recuperarme cuanto antes.
Es lo que falta en mi kit del enfermo hiperactivo. Después de esta cantidad de incongruencias para despertaros una buena sonrisa de lunes os tengo que decir que me hicieron estas fotos en la puerta de uno de los sitios para ir a picar algo que más me gustan. Está entre mi lista de favoritos. Alguna vez ya os lo he comentado. Se llama Panorama y está en Majadahonda justo enfrente de donde entrena el Atleti. La zona es maravillosa y algún viernes que ya baja un poquito la cantidad de trabajo quedo con alguna amiga para ir a tomar un aperitivo rápido.
Hablando de amigas, esta semana pasada tuvimos conversaciones bastante interesantes, las típicas tampoco voy a revelar nada del otro mundo pero he llegado a la conclusión que estamos viviendo una segunda adolescencia. ¿Se puede revivir a los 30 y pocos? Sobre todo hay que matizar ‘y pocos’ porque no es lo mismo tener 31 que 39, vamos a dejar las cosas claras. No sé si es que nos hacemos mayores y estamos en esa época de ‘vamos a vivir intensamente antes de que nos lleguen los niños’ o directamente es que no tenemos remedio. ¿Alguien con 30 y pocos que nos saque de dudas? Seguro que es una mezcla de las dos cosas pero yo estoy convencida que a todas nos apasiona el momento que estamos viviendo. Porque comentábamos que nos reímos más si cabe ahora, también es que la edad y la experiencia es un grado y ya no te afectan las cosas como a los 18.
Es una etapa perfecta en la que ya tienes la suficiente personalidad como para plantar cara y la juventud maravillosa de seguir llegando a las 7 de la mañana a casa. Y que mas da, si de momento sólo sabemos que se vive una vez. Yo personalmente me lo paso muchísimo mejor ahora. Creo que hay cosas en la vida que sólo te la dan los años. ¿No creéis? Yo cuando llegué a Madrid me lo pasé muy muy bien, los recuerdos no pueden ser mejores pero ahora es como si los estuviera volviendo a vivir pero con una personalidad arrolladora.
En fin, que nos hemos hecho un poco mayores pero seguimos quemando Madrid de muchas maneras aunque esta fiebre este finde me haya parado un poco los planes. Perdón amigas pero el Ibuprofeno ha sido ese típico amigo que no se va nunca. En fin, mañana más. La camiseta-vestido era lo más apropiado para empezar el finde. No glitter no party. Cuando lo vi no lo dudé, la frase es total. ‘Es muy yo’, total look de Zara excepto el bolso de Loewe y los botines de Bimba y Lola. Mil besos en el corazón, mañana más.
