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Como Ana Torroja

De pequeña me encantaba Mecano. De hecho cuando me preguntaban qué quería ser de mayor decía sin dudarlo que sería como Ana Torroja. Las niñas soñaban con ser modelos, peluqueras o médicos y yo quería ser la líder del grupo más importante de finales de los 80’s principios del 90. Casi nada.

Tenía a mi madre negra ¿bonita, qué quieres ser de mayor? Ana Torroja. Pues señora no pregunte si se lleva chasco por no ser astronauta. La verdad, les sonaba curioso. Primero por la rotundidad y segundo porque ya vislumbraba que era de ideas claras y poco comunes. Aunque tampoco entiendo que nadie de mi edad quisiera ser Ana Torroja cuando tenía una carrera meteórica y éxito a nivel mundial.

Una pop star en toda regla, a mí siempre me ha encantado soñar, si a eso se le puede llamar peculiaridad, sí, entonces yo era muy peculiar. Porque para eso está la vida señores. Para soñar y todo lo que se pueda porque cuanto más sueñes más bonita es la vida luego ya veremos si todo eso se puede conseguir. De primeras un no siempre existe como opción ¿lo entendemos? Yo creo que sí.

Como decía, cuando no levantaba ni un palmo del suelo cantaba Mecano por toda la casa. Digamos que chapurreaba alguna de esas letras que vendieron millones de discos por todo el mundo y que incluso hoy en día sus videos en Youtube tienen una cantidad de visitas con el que alguna influencer lloraría de la impresión. Porque aquello sí que era un boom.

Nunca me enteré de las cifras y me basé en la esencia. Supongo, porque entonces todo era tan analógico como lógico. Cuando ya sacaba aproximadamente dos palmos del suelo, pedía como si fuese la carta a los Reyes, ir a un concierto de Mecano. Mis padres supongo que hicieron lo mismo que con el fenómeno ‘agua de mar’. ¡Más al fondo, más al fondo!, aquí una que no le tenía miedo a nada le pedí a mi padre que de la orilla nada que me llevase al fondo del mar. ¡A ver si le coge miedo! Y no se lo cogí, siempre hasta al final. Supongo que también es lección de vida. Como también supongo que me llevaron a ver si se me pasaba el efecto Mecano. Pero no funcionó.

Me traen tantos recuerdos esas canciones. Me encantaban pero no sólo a mí sino a toda mi generación. Estoy segura. Comprenderéis que enloquecí cuando años después leí que Ana Torroja había tenido una hija y le había puesto Jara. Menos mal que ya tenía conocimiento y supe que no era por mí. Me llega a pasar de pequeña y en fin… hubiera idolatrado a Mecano.

Este escrito viene por la entrevista que le ha hecho Bertín a Ana en el programa de Telecinco ‘Mi casa es la tuya’ donde he podido conocer más aspectos que por edad se me pasaban del ‘descomunal’ éxito de un grupo de toda una generación.

Ahora, muchos años más tarde trabajo con la agencia de la cantante y jamás he pedido una entrevista con ella. No sé muy bien por qué. Creo que sería algo divertido decirle que de pequeña quería ser ella y descubrir si no se lo han dicho cientos de veces. Tengo eso pendiente, ya veis que los sueños siempre están cerca, aunque a veces algunos los vean lejanos porque ni siquiera los proyectan. Por eso siempre que alguien me dice ‘tú crees que podré’, yo pienso… ¡ya estás tardando!

Ana Torroja Starlite

Images: Prensa Starlite

Un comentario

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  1. …pues que yo también idolatraba a Mecano, era un referente para mi, su musica, la letra de sus canciones las hacía mis vivencias y por supuesto vestía cómo ella.
    Ir a un concierto fue lo máximo, dos semanas después todavía me sentía levitar.
    Siempre será una parte de mi vida.
    Y creo que yo también quería ser Ana Torroja.
    Chao

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