Hace aproximadamente 15 días llegó al correo una #ChristmasParty de Sephora. Y yo con estas pintas de verano, más exactamente me pilló revisando el correo en la piscina en un amago de no sentirme culpable por rascar 10 minutos fuera del ordenador.
El conserje de mi urbanización que andaba por allí me dijo ¡Jara! ¿Qué tal? ¿Todo bien? Aquí, anotando en la agenda una ‘fiesta’ de Navidad. Claro el hombre está entre recuperándose y intentado saber cómo ayudarme. Tranquilo, le dije cuando vi que cambiaba de color. A los periodistas nos llegan estas cosas ya para que seamos previsores de los productos que en la campaña de Navidad se van a presentar. Pura logística y planificación a la vez que organización y conocimiento.
Es que a veces más vale no preguntar. El caso es que fue ayer y he sacado tres conclusiones. Qué bien organiza Sephora sus eventos, esta es la primera a resaltar. Era como una especie de parque de atracciones de la belleza pensado en que las diferentes marcas que tiene Sephora pudieran presentar sus novedades y a la vez también explicarte todo lo que necesitases de info de cara a poder informar de ello obviamente.
El stand más solicitado… la nueva línea cosmética de Rihanna. El que más, no había duda. Parecía que incluso ella iba a aparecer de un momento a otro. La chica lo explicaba con una energía que casi me acabo comprando los 20 tonos de maquillaje. Obviamente también es personal muy cualificado que te sacan de dudas en un momento. Así que la organización, la gente como te lo explicaba, como te hacía participe… maravilloso.
La segunda conclusión que saqué es… para qué tantas y tantas cremas. Perdón mi ignorancia parcialmente desconocida en productos de belleza pero mientras una chica muy amablemente me explicaba los 10 pasos fundamentales de la rutina beauty de las chinas pensaba… really? ¿En serio? ¿Diez? Sí, pero la marca ha sacado una crema que junta los 10, es la novedad. Perdonadme pero mi tiempo es oro y solté un suspiro que lo escuchó toda la calle. Bendita ciencia. ¡Qué maravilla oiga! La vida es más simple que todo, lo llaman.
Sí, a mí como el resto ‘mayoría’ de nosotras me gusta cuidarme pero a veces como todo en la vida hay que saber qué te va bien y que te sobra o en su defecto que no te hace ninguna falta. Pero bueno este mercado la verdad es muy goloso. En plena crisis es lo que más subió en ventas debemos de recordarlo así que supongo que entran más factores de los que pensamos a la hora de comprar belleza.
Tercer punto. Amé que me supieran explicar por fin cómo se colocan bien unas pestañas postizas. Aquí el manual correcto de uso. Elegí unas de Benefit, las que más adecuadas me parecieron para mí. Siempre que voy a una fiesta veo verdaderos pestañones y caigo en la depresión total por no saber cómo se pone ese artilugio que siempre acabo desechando porque mis párpados nadan en pegamento. Con los ojos tengo EXTREMO cuidado y no todo me vale así que me puse en manos expertas. Mide primero con la pestaña postiza las tuyas propias. Ese es el trocito que te hará falta si son más grandes corta.
Ponlas que vayan desde tu nacimiento del pelo hasta el rabillo. No de la cuenca al extremo. Así das más ‘credibilidad’ a tus pestañas si no dejas ese espacio de la cuenca un poco más despejado se nota mucho que las llevas de copy paste. Siguiente paso ponerlas. Pones el pegamento justo. Si es bueno no se tiene porque soltar si pones poco. El truco está en poner el pegamento con un palillo que es pequeñito y deslizar. Luego agarras la pestaña con unas pinzas típicas de depilar y apoyas el primer punto en la mitad de tu ojo. Luego aprietas los extremos unos segundos y lista. No hay más. Para lavarlas y guardarlas con alcohol y hasta la próxima fiesta.
Qué sería de mí sin estas master class… No vivo en mí desde que tengo pestañones, si para trabajar que me tengo que poner las gafas no me rozan en los cristales ya podré decir que soy algo así como una mujer nueva.
