Tengo el whatsapp lleno de ‘jo..¿tenemos que hablar, no? Y acaban con un ‘te quierooooo besitosss’. No tengo ningún amante, la infidelidad no es lo mío. Este es un tema que daría para un libro no para una columna pero seguramente lo leerían mujeres u hombres al borde de un ataque de nervios y eso siempre ha sido más de Almodovar.
Son amigas pidiendo un hueco en la agenda como ese gif de una señora que se golpea el reloj con una fuerza digna de un buen cabreo impuntual. Los que no hayan visto a la señora están perdiendo el ritmo.
¿Qué estás haciendo a estas horas? ¿dónde andas metida? ¿estás en alguna fiesta? A veces pienso que los interrogatorios de la policia son algo parecido y me siento como en esas pelis de un domingo por la tarde que se llevan al malo a declarar, da igual en el minuto en el que enciendas la tele.
En un grupo tengo a unas debatiendo sobre la cena de Navidad y en otro si un mes antes de la boda, la novia, se podrá escapar a descansar a un spa. Los dos temas son de doctorado, hay que estudiar en profundidad un montón de algoritmos para que puedan suceder.
Para las cenas de amigas es donde yo aplico las matemáticas que me enseñaron en el colegio y que yo pensaba que no servían para nada. Bueno, lo que no servía no era la materia. Hace poco hablaba con una amiga sobre los profesores de colegios. Perdón, algunos profesores nefastos de colegios, gracias a Dios no todos son iguales y los que enseñan con rigor son maravillosos y se les coge mucho cariño.
Yo tengo que reconocer que mi profesorado fue nefasto. En la Universidad es donde verdaderamente comprendí lo que era un buen profesor y lo que es capaz de sacarle a un alumno que proyecta un potencial que quiere desarrollar y que nadie antes le había sacado brillo.
Si caes en la mala suerte de tener un profesor pasivo puede que cambie hasta tu camino. Con una profesora de física leyendo el periódico en clase mientras te hacia estudiar la tabla periódica que ya tenías que haberte estudiado en casa previamente y pasaba de todo, no era muy motivador. Dicen que el ejemplo es la mejor educación y en ese colegio no había ninguna de las dos cosas. Sin ninguna duda la educación de la universidad fue lo mejor.
El otro día me preguntaban si creo en las casualidades y en el destino. Afirmativamente sí, yo creo que la vida al final te recompensa y todo el que sabe esperar al final ahí tiene la vida para él. Así que si ahora estás en alguna situación surrealista no desesperes, la vida tiene algo para ti mucho mejor, son etapas que se cierran y de las que siempre has sido consciente que era una tomadura de pelo pero que hay que pasar.
Lo mejor es siempre ser tú mismo, confiar en ti y el impulso será apoteósico porque nadie como uno mismo para saber lo que quiere, ojalá todo el mundo lo supiese.
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