Esta mañana he visto a Letizia Ortiz. Sí, así empiezo el viernes, sin anestesia. Me la encuentro muchas veces y pese a que pueda parecer broma no lo es.
Estaba esperando a que el parking de las Cortes se despejara y el cartel de completo pasara a titularse libre y feliz. Bueno, me he venido arriba, vamos a dejarlo en libre. Di mil vueltas por la zona antes de aparcar hasta que me encontré en un callejón sin salida con cuatro calles de salida.
Y digo sin salida porque en todas ponía ‘calle con cámaras de tráfico restringido’ ¿cómo se supone que sales de allí? ¿con helicóptero? ¿con lanzadera? El calor de Madrid se me multiplicó en el cuerpo y como ratón con destino ratonera pensé… si me multan alegaré que iba al parking.
Verdad absoluta yo sólo buscaba un parking en el que poder deshacerme de mi coche y llegar a las múltiples ruedas de prensa que tuve ayer. Llegué tarde a todas obviamente, algo muy raro en mí, pese a haberme puesto unas Superga que me compré en Marbella que de arena han pasado a ser carne de asfalto y si me apuras tengo nuevo color negro contaminación. Marbelous.
El caso es que vi máxima concentración de policía en la zona y pensé que se debía a que las Cortes estaban plagadas de políticos discutiendo que si Máster para arriba y para abajo. Al final aún los van a tener que vigilar no por el cargo sino para que no se peguen. Desde luego Almodóvar lo tiene que estar flipando en colorines.
Me fui directa al parking y había una cola que casi llegaba a la rotonda de Neptuno. Un policía me decía que adelantara y no me quedase en medio y yo vuelta a pensar si es que hay lanzaderas para desatascar en alguna parte de Madrid. A veces me dan ganas de tragarme el coche como un dibujo animado.
Me coloqué a la derecha pendiente del juanete del guardia ¿por qué apuran tanto? Qué valientes me parecen, yo estaría muerta de miedo y haciendo gestos como Chiquito de la Calzada, que en paz descanse. Seguro que en gloria está porque aquí tenemos montado un circo espectacular.
Cuando logré acceder a la fila de espera del parking empecé a ver bracear a los policías, yo no entendía nada y de repente escuché el sonido como de una ambulancia. Como me tenga que apartar me tengo que subir a la acera y me van a detener, todo eran problemas, menos mal que siempre lo veo todo bien porque lo llego a ver mal y la ambulancia a la que me tiene que socorrer es a mí.
Yo, que soy curiosa que no cotilla, me miré para todos lados y allí estaba la supuesta ambulancia… cinco coches con sirenas y luces azules y un mercedes helicóptero que aún no sé dónde se pueden comprar con permiso a saltarse los semáforos. Me tengo que enterar de eso porque no estoy jugando con ventaja.
El caso es que sí, era ella, la mujer más buscada del momento. Pese a llevar los cristales tintados no eran muy fuertes y la pude ver perfectamente sentada en el asiento de atrás más recta que una vela. No iban muy deprisa, normalmente esta gente pasa como Carlos Sainz por las dunas del Dakar.
Cuando llegué a casa por la noche vi en el telediario que había estado al lado de las Cortes en un acto que tenía. España entera se está posicionando a favor de la Reina Sofía… una más para el team. A una abuela hay que respetarla por encima de todas las cosas. Como puedes perder tantas cosas en 15 segundos… Una abuela es sagrada. Y punto.
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