¡Buenos días! Hoy voy a hablar claro. Como siempre lo hago por aquí esa no es ninguna novedad. Cuando llega la época de desfiles siempre me viene a la mente la misma frase. “Opinar con libertad”. Sé que esto me pone en el disparadero como también sé que un café es lo mejor para hablar de según qué cosas cuando el receptor no te conoce de nada y las palabras se interpretan al albedrío y a veces con alevosía. No trato de convencer a nadie sólo me hago preguntas que también os he de decir que la edad y la experiencia las descifran por si solas. A lo largo del año acudo a muchísimos desfiles POR TRABAJO. A veces esto no se termina de entender porque bien es cierto que yo personalmente disfruto mucho con lo que hago y tengo la suerte de que encima sea mi trabajo. Muchas amigas cuando me voy a alguno me dicen “pásalo bien”, evidentemente lo cumplo. Y yo cuando ellas van a trabajar me gustaría decirles lo mismo. Cada uno tiene que buscar su felicidad pero esto ni es el tema ni es asunto mío.
El caso es que de un tiempo a esta parte entrar a un desfile es muy muy “goloso”. Hacerte una foto en front row, posar con fulanito y decirle a todo el mundo que has estado se está convirtiendo en algo muy divertido y NO lo veo mal mientras la gente tenga un respeto por los que allí trabajamos. A mí no me importa estar en primera fila, en segunda o en el último asiento más perdido del mundo. Yo voy allí porque me apasiona mi trabajo y voy a ver una de las cosas que más me llenan en la vida, el mundo de la moda. Me gusta ver MODA, tendencias, saber, aprender, nutrirme del que más sabe, que me cuenten los tejidos, la colección, me leo las explicaciones, que para algo lo hacen, TODO, cuidado… como muchos. Pero también os digo una cosa, no me mato por una bolsa de la primera fila porque yo no voy a eso. A veces me pregunto si eso es lo que desvirtúa tantas cosas, una actitud no exacta para el contexto. De ahí viene mi ¿pregunta? del principio. Expreso lo que me nace de dentro y esto todas las ediciones me pasa. Que lo que voy a ver repito es moda y me voy a mi casa tan feliz, no sueño con la primera fila, ni la bolsa VIP, lo soñaba en primero de carrera y ya he visto que la vida es otra cosa.
Por eso me gusta tener este espacio para decir con libertad que esas actitudes no nos favorecen a los que trabajamos en esto, que si una colección no me gusta prefiero callarme y no poner verde al diseñador porque la paleta de colores en el mundo es muy amplia y lo que a ti te horroriza al de al lado le enloquece y que aunque sea algo que no sabes ni por donde cogerlo hay un trabajo detrás que es mucho mayor que el que todos imaginamos. El otro día le dije a la persona que me acompañaba que si un desfile no me gusta no aplaudía. Me dijo, aunque sea por las modelos. Y de ahí una lección, porque siempre habrá alguien que defienda lo que crees pero nadie como tú para saber qué es lo que debes hacer. Mil besos en el corazón, mañana más.







