La columna de hoy va a ser diferente. Porque quiero dar las gracias y no se me ocurre mejor espacio en la web que este, que es en el que hablo en primera persona todos los días.
Cuando seleccionamos las noticias que tienen que aparecer en Living Backstage no lo hacemos porque sí. De hecho nada está por casualidad. Hay varios motivos pero siempre reúnen el mismo requisito, tenemos que creer en ello. Creo que es la única manera de escribir con verdad.
Soy muy exigente con las noticias y no quiere decir que siempre acertemos en la mezcla de características. Hace un par de temporadas decidimos apostar por La Voz, entre otros muchos contenidos televisivos. Menos de los que me gustaría porque reconozco que no somos un equipo elevado en cuanto a número de personas debido a nuestra reciente presencia en el medio para poder con toda la oferta.
Puede parecer raro que siendo un medio de comunicación se haga más hincapié en unos contenidos que en otros pero la vida es una constante elección y no vas a elegir cosas en tu vida en las que no creerías, esto es lo mismo.
Hace un par de temporadas, las mismas que lleva Living Backstage, llamé un día a Telecinco para explicarles que aparte de todas las notas de prensa que mandan y con las que nos facilitan mucho el trabajo, nos gustaría que nos mandasen las convos de La Voz, dentro del sector era uno de los programas del que no nos llegaban las convocatorias.
Me dijeron que no. Son muy pocos medios los que seleccionamos, no hay aforo para todos y con amabilidad me vinieron a decir obviamente y con toda la lógica, que los medios que lo cubrían eran medios con un peso-trayectoria importante en este país, no me lo dijeron con esas palabras pero yo me di la respuesta.
Estaba en Barcelona porque estaba acreditada para cubrir la semana de la moda y la rueda de prensa de La Voz era al día siguiente. Rogué mil veces por favor, a pesar de ser una tímida que ya no tenía nada que perder. No hubo manera.
Me cabreé tanto que llegué al primer desfile de la tarde y puse orden a medio pabellón. Me dio una fuerza desorbitada. Eso es lo que me pasa a mí cuando me dicen un no, me convierto en Hulk. Pero no por nada sino porque me da rabia cuando lo único que quieres es trabajar y sacar un proyecto en el que te estás dejando la vida por el camino.
A la rueda de prensa siguiente volví a llamar. ¿Podemos ir? No. ¿Y si sólo voy yo y lo hago todo? Redacción, cámara… No. Ya solo me faltaba ponerme a dieta a ver si así cabía en los problemas de espacio por aforo.
La tercera vez quise meter la cabeza debajo de la mesa pero pensé, tengo que llamar, hay que cubrirlo. Mi equipo me trataba de explicar que estaba obcecada y sí, ya lo hacía por propio orgullo personal pero siempre me dijeron que llamase. ¡Llama! ¡sólo estás pidiendo ir a trabajar! ¡tienes que llamar! Escribí un mail porque pensé que me echarían una bronca para recordar a pesar de que siempre me habían explicado con buenas palabras y con toda la amabilidad del mundo que no podía ser.
Estaba esperando la contestación y a los cinco minutos me llamaron al móvil. Jara, podéis venir a cubrirlo. Sentí un alivio tremendo, hay mucho esfuerzo detrás y no veía en este aspecto resultados.
Así es como confiaron en mí después de mandar tres millones de archivos que yo no sé si servían, de todo el trabajo que llevábamos realizado. Tenía a David frito ¡yo lo sé! desde aquí te doy una vez más las gracias infinitas.
Creía en La Voz, muchas veces me dejo llevar por la intuición y algo me decía que era un programa limpio y no hace falta decir, más allá de las audiencias, la cantidad no sólo de gente sino de ilusión que mueve. ¿Qué hay más bonito que eso?
El primer día lo considero equiparable a cuando entras en un colegio nuevo. Todo el mundo se conocía y yo era ‘la nueva’. La nueva mujer orquesta. No llevé a nadie de mi equipo por si dos éramos multitud, quería molestar lo menos posible, solo quería hacer bien el trabajo y que la gente tuviera un contenido bonito. Cámara, redacción, vídeos en directo… Vi a un cámara que conocía que enseguida vino y me dijo ¡Pero bueno! ¡pingo! ¿qué haces aquí? Respiré aliviada. Lo demás trabajo y trabajo.
Cuando afortunadamente vas a tantas cosas hay veces que no eres consciente de situaciones. El otro día en la conferencia de Yolanda Sacristán (20 años directora de Vogue España) decía que hay cosas que las ves normales y de normales no tienen nada. Cómo hacer una sesión de fotos con Kate Moss. Pues eso, que aquí damos muchas cosas por hecho y tener delante a Juanes podría ser el ejemplo.
Quiero agradecer a todas, a TODAS y cada una de las personas que hacen ese trabajo. Desde la que pasa la mopa por ese suelo negro impoluto hasta la última que hace posible un programa en el que si no me equivoco trabajan alrededor de 300 personas.
Yo soy un grano, un grano insignificante que se dedica a contar lo que pasa y lo que pasará y que en la última gala el programa tuvo la amabilidad de sacar unas imágenes de la prensa que cubrimos la convo como unos más de esa gran familia. Así lo siento yo. Así te hacen sentir, como en casa. Trabajar en ese lugar es satisfactoriamente fácil.
Se hace de verdad, con gente auténtica, por eso es un programa que triunfa porque al final uno transmite lo que es. Escribo estas líneas porque estoy muy agradecida ya no sólo por el trabajo que puedo desarrollar sino por la calidad humana de la gente del equipo, trabajar así es una maravilla. Desde el gabinete de comunicación a la parte más visible.
Los corrillos con Jesús y Tania. Emoción pura por su trabajo, yo no voy a describir eso, todo el mundo tiene ahí la trayectoria, personalmente puedo decir que me quito el sombrero. En esta edición Juanes, ¡imponían sus Grammy!, Manuel qué queréis que os diga, su última gira ha batido récords eso no se puede valorar, se valora solo. Malú… ¡saca ese disco ya por Dios! Ahí estaré cerquita, siempre, si tú quieres y Pablo… mi gran descubrimiento y no sólo musical, poco hay que hablar con ese hombre para darte cuenta de todo lo bonito que lleva dentro.
Gracias a todos… gracias de verdad y sobre todo gracias a todas las personas que os interesa el contenido, lo leéis esperándolo siempre y preguntando cuándo lo vamos a sacar. No puedo contestar a todos por una cuestión de mantenerme un poco en el sitio, esta columna es columna de opinión pero el resto no, son noticias y es lo que hay. Pero os beso a todos, a todos los que estáis ahí. ¡ENHORABUENA Alba!
Feliz Navidad. Aquí no se descansa, ¡el martes os espero a todos!
