¡Buenos días! ¡Qué frío y aire hace en Madrid! Hacer unas fotos con la melena rebelde es lo que más de moda está estos días. Me tuvieron que hacer un buen reportaje para poder sacar algo en condiciones y creo que ha quedado decente. El pelo me crece a una velocidad de vértigo y si hace poco estaba encantada con mi melena midi ahora creo que me toca otra vez cortar un poquito. Me lo noto mucho en las fotos que me hago para enseñaos los looks. No tiene nada que ver con las de hace un mes, yo no sé a que velocidad me crece pero os aseguro que bastante rápido. Cuando le tenga que pedir hora a la peluquera de nuevo no se lo va a creer, conmigo no le va a faltar trabajo.
Pero dejando esto a un lado os quería contar que el viernes pasado estuve en Le Petit Salon haciéndome un tratamiento beauty que me encantó. En unos días os explico de qué va porque son varias sesiones para que yo note mejoras pero ya os digo que las sensaciones son muy buenas con una sola sesión. Ya sabéis que siempre confío en este centro cuando quiero mimar mi cuerpo. Me hacía mucha falta debido al ritmo de vida que llevo últimamente trabajando una media de 14 horas. Creo que me merecía ese momento para mí y además el equipo no puede ser más profesional y más humano. Después de salir de Le Petit parece que bajé tanto la guardia que alguien (y no precisamente amable) se acordó de mí. Cuando fui a coger el coche no me arrancaba. Imaginaos la situación, en Madrid lloviendo como si no hubiera un mañana, el coche que no arrancaba y sacando humo y yo con unas pintas horribles después de tener que ir con la cara lavada y la peor ropa que tenía para mi momento beauty-relax. Vamos, que era un día de esos de voy allí un rato que no me vea nadie, cojo la maxi bufanda más grande de casa y me vuelvo pitando de nuevo. Pues no señores… toda una odisea… Grúa, hora de comer, comiendo rápido una tapa en el bar de al lado y momento taller. Pensaba llegar a mi casa a las 2 de la tarde y llegué a las 7.
Eso sí… en el post de hoy voy muy mona. 😉 Llevo vestido de Zara, bufanda de Bimba y Lola, reloj Aristocrazy, botas Uterque de hace unas temporadas, gafas Mr Boho y bolso Carolina Herrera. Mil besos en el corazón, espero que os hayáis reído con mi aventura, mañana más.
