El pasado jueves se celebró en el Palacio de Fernán Núñez en Madrid el desfile de Cristina Piña de nombre, I LOVE WES.
Una colección exquisita dirigida a una mujer nostálgica e irreverente, como cada uno de los personajes femeninos de la filmografía de Wes Anderson, cuya estética ha inspirado a la diseñadora para el Otoño-Invierno 2017/18.
La colección nos adentra en un mundo imaginario, de una artificialidad impecable, que resulta tan hipnótico como mágico. Estamos en uno de los simétricos capítulos andersonianos, suspendidos en una pista nevada tan perfectamente limpia como irreal.
En ella desfilan las novias más etéreas junto con el prêt-à-couture más delicioso en un entorno idílico. Abrigos amarillos y blancos que nos preparan para el gélido invierno de Lutz, sastres de terciopelo y seda para emprender un Viaje a Darjeeling, vestidos y blusas de corte lady y botonaduras de estética militar.
Las novias se entremezclan integradas en la colección, delicadas, sofisticadas, especiales, sutiles y con mucho aullare. Amor por la seda en todas sus versiones: georgette, crepé, tul, organza, shantung, terciopelo… aplicaciones florales bordadas a mano de paillettes y cristales Swarovski.
El estampado creado para la colección tiene un fondo color crema Courtesan au chocolat de Mendl’s, con una lluvia de confeti amarillo, blanco y negro y algunas piñas de los abetos de la República de Zubrowka. La perfección del blanco solo queda rota por unas pinceladas de amarillo, beige y negro en pequeñas dosis.
Desde que Cristina Piña abriera su propia firma en 2011 ha consolidado su negocio y sigue cubriendo las necesidades de su público. Prendas prêt-à-porter, además de prendas a medida y novia es lo que encontraremos en el atelier de esta mujer emprendedora que cree firmemente en su laborioso trabajo creativo (al igual que nosotras) lleno de prendas 100% femeninas y delicadas.
¡Enhorabuena Cristina!
Images: Living Backstage
















