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El proceso

Hay veces que son las 16:00 y escribo lento y hay veces que mi cabeza va por delante de mi multifuncionalidad. Esto es un poco como la fabada. No es lo mismo que el puchero lleve tres horas gastando butano que escuchar el click de El Litoral por mucho que jroñe la abuela. Perdón, esa era una abuela griega.

El otro día leía algo que le di bastantes vueltas, como a un buen puchero. ‘Enamórate del proceso antes que del resultado’. Se podría resumir en un tiempo verbal, vivir. Hace poco fui al cine a ver La Librería, película de Isabel Coixet que ha triunfado en los Goya y se ha llevado el cabezón a mejor película.

Menos mal que me enamoré del proceso porque el resultado no fue el que esperaba. Esto es una simple opinión, no creo que la película le haya gustado a todo el mundo. Cuando llevaba una hora empecé a notar el estómago pesado y lo hubiese achacado a una ingesta de palomitas pero creo que fue la única vez que entré al cine sin palomitas y salí desnatada a partes iguales.

También disfruto de las pequeñas cosas, como aquellas que puedes comprar en una famosa página web de decoración en la que siempre acabo mandándole un mail al chico de atención al cliente. Es una página bastante novedosa, sobre todo para aquellos que no sabíamos de su existencia.

Empecé a ver que la patrocinaban bloggers y sentí la misma sensación de nudo que con La Librería, lo podría equiparar a los centros comerciales o a caminar detrás de Vicente. Pero ahí estaba el puff que llevaba buscando años y no tuve más remedio que hacer click rápidamente sin otro butano que el de mi cabeza apunto de estallar.

El artículo está agotado. Jroña, que jroña… el cabreo que me cogí. Al parecer son ventas que duran una semana, ósea sin tiempo de reacción, o cueces o enriqueces. Es el último grito en compras. Lo ves, hiperventilas y lo compras sin que te dé tiempo siquiera a ver si te cabe en casa. Lo peor me han dicho que son las entregas. Tardan semanas, igual son las que te dejan para que el aire te vuelva a fluir por la cabeza.

El caso es que el negocio les funciona y en gran medida es en parte por el tiempo que tiene la gente. Hace poco leía otra frase muy acertada ‘si invirtiéramos el tiempo que perdemos en tonterías en algo productivo seríamos Steve Jobs en potencia’ La frase no era exactamente así pero creo que todos podremos sacarle el significado que tiene.

Cuando le escribí al chico de atención al cliente me dijo ‘pero tienes que estar pendiente a las próximas ventas, lo que buscas ha tenido mucho éxito, haz click todos los días en la página, no dejes de estar atenta, probablemente lo volvamos a sacar, os ha encantado y sólo te puedo decir que no te descuides’.

Comprenderéis que la frase va a multiplicarte la ansiedad. Te da donde la sociedad quiere que te dé. Justo ahí, en ese afán consumista porque no hay nada más ¿psicotrágico? que la incertidumbre.

El resultado no sé cuál será, cuando me hacen jroñar de esa manera acabo mandando a paseo al personal, no soy de las que contestan esperaré. En la vida todo es efímero y por supuesto a las cosas hay que darles la importancia que tienen.

Me gusta vivir improvisando a veces los finales son aburridos y es cuestión de seguir buscando así que ya sabes, disfruta del proceso.

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Images: Pinterest

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