¡Buenos días! Ayer pensaba las pocas veces que digo ‘te quiero’. Lo tengo por raciones justas para cada día de la semana incluso del mes. No creo que tenga nada que ver con ser más o menos cariñosa. Pero a veces cuando ves que la vida se puede ir tan rápido, te planteas si lo dices poco.
Tengo amigos que a cada segundo lo están soltando de su boca. Y yo no. No soy de decir te quiero. Nada, para nada. Cuando lo digo es que te quiero con toda mi alma, eso es así. Me parece que la palabra en sí tiene tanto peso que es cuestión de saber cuándo y a quién decírsela. Es como si no quisieses quitarle la importancia que tiene en un mundo donde se han perdido muchas cosas. Es para mi la palabra meticulosamente guardada y lo suficientemente sagrada como para no soltarla en medio de algo que no viene a cuento.
Antes la gente que la repetía mucho me ponía hasta nerviosa. Como una especie de ‘no la desvirtúes’, que es sagrada. ¿Se entiende lo que quiero decir? Que no se malgaste, que no se diga por decir, que siga teniendo su significado pleno. Ahora, cada vez más entiendo a la gente que lo dice a cada momento, otra cosa es ser empalagoso, eso no lo soporto. A mí muchas veces me han dicho te quiero y no he podido contestar lo mismo porque no es que no lo haya sentido, es que no había necesidad en ese momento, me parece una palabra con demasiada categoría y peso.
Sé que probablemente alguien que no lo entienda así esto le debe de parecer un escrito bastante raro, a mí no me lo parece, me parece que es darle a una palabra su sitio. Es como el máximo sentimiento y no me parece que soltarlo a la ligera favorezca a la larga. Pero cuando tienes un caso reciente de una persona conocida por todos (que parece que aún reflexionas más) que se va, dices… ¿Se lo habré dejado claro a esa persona en concreto que tienes en la cabeza? ¿Lo sabrá o lo sabría?
Con esto no quiero decir que vaya a gritar ‘te quiero’ a los cuatro vientos pero que sepáis que a quien yo se lo diga, es que pertenece a una parte muy importante de mí. Yo sé que hay gente que lo ve como os lo cuento y gente que le gusta gritarlo porque la vida está para eso. No tengo ninguna preferencia de lo que está mejor o peor, a cada uno le nace de una manera. Me gusta saber que cada día lo puedo decir más pero también saber que siempre es especial. Lo compararía a muchas cosas que no voy a explicar porque cada uno tiene una visión muy muy diferente cuando hablamos de sentimientos ¿no os parece?
Y ahora vamos con el look que al final no os cuento nada de él. Hace muchísimo tiempo que quería una falda vaquera y llegó está y ¡zas! Es de Mango. Flechazo, veis… flechazos tengo muchos. Lo combiné con una america y camisa de Zara, bolso también de Mango, pendientes y collar de Aristocrazy. ¿No os parece una combinación perfecta para este tiempo? Me gusta mucho como queda este look ¿qué os parece a vosotros? Mil besos en el corazón, mañana más.
