‘La Voz’ vuelve este miércoles a Telecinco. ‘Living Backstage’ ha hablado con su presentador Jesús Vázquez y nos ha contado algunas anécdotas del talent show más exitoso de la televisión. Agradecido por formar parte del concurso y consciente del buen momento que vive, podemos afirmar que Jesús Vázquez es de las personas con talento que merece la pena descubrir.
No sólo es un presentador con una gran carrera televisiva sino el alma de muchos programas que generan sentimientos. Los mismos que desprende cuando habla de algo que le apasiona. Ese es el caso de ‘La Voz’. Aunque la suya un día no sonara en forma de melodía si lo hizo ‘a tempo’. Porque su voz estaba predestinada a colarse en cualquiera de nosotros. Alejandro Sanz, Malú, Manuel Carrasco o Melendi le han recordado que algún día probó suerte con la canción, lo que no sabía es que quitándole el ritmo y sólo con el sonido, calaría en el oído. Jesús Vázquez, un presentador estrella que nos habla a corazón abierto.
¿Cómo está siendo esta nueva edición de La Voz? Está siendo apasionante, emocionante, deslumbrante, llena de talento. La gente sigue acudiendo miles y miles de personas. Nos sorprende que haya tanto talento, con tan buenas voces. Estamos gozando mucho.
¿Cómo consigues mantener la ilusión? Es que a mí me gusta tanto el programa que no tengo que hacer nada para tener ilusión. Estoy deseando que llegue la voz cada año porque me lo pase muy bien, soy feliz, disfruto porque me encanta la música y tener la posibilidad de escuchar tantas voces maravillosas y compartirlos con los coaches y los asesores.
¿Gloria Trevi es la revelación? Es bastante divertida ella. Es un personaje muy peculiar. Va a sorprender mucho por su imagen, su salidas, su forma de hablar… Está así tan tranquila y de repente se tira un vaso de agua por la cabeza. O se lo tira a otro. Pero es muy muy simpática. Se hace unas cosas en el pelo que yo le digo, tú no tienes un peluquero, tú tienes un escultor.
Malú dijo que lo pasaba mal a la hora de despedir a la gente, ¿a ti te pasa lo mismo? A mí me pasa más que a ellos porque yo estoy con las familias en la habitación y sé el recorrido de la persona. Algunas historias son muy conmovedoras, gente que ha luchado, que ha sufrido, que ha tenido una vida difícil y a pesar de eso no pierden la ilusión y luchan. Se pasan ratitos malos en la sala, otros maravillosos cuando sale bien. Es una montaña rusa de emociones este programa.
¿Qué destacarías de esta edición? El tipo de voces que se han presentado este año. No es el perfil de artista que se presente a programas de Televisión.
¿Hay algún estilo que no se haya escuchado antes? Sí. Hemos dado un vuelco de música más actual urbano. Este año hay más música internacional, más pop. Hemos conseguido cambiar el perfil.
¿Te han hecho llorar en TV? Me han hecho llorar los niños. Los adultos también. El otro día en las batallas hay un momento de Manuel Carrasco que va a hacer llorar a España entera. Es difícil no emocionarse. A parte que yo estoy muy moñas con la edad.
¿Cómo has visto a los coaches? Manuel está para comérselo y Melendi ha venido más maduro. Menos rebelde.
¿Qué música sueles escuchar en casa? Me gusta todo. Tengo en Spotify música de toda clase y muchísima música. Hip hop, rap pop, Español brasileño, Francés, italiano… Soy muy muy muy fan de Beyoncé. Me parece la artista con mayúscula. Todo lo hace bien.
¿Hay alguna canción que pueda ser la banda sonora de tu vida? Hay muchas. Hay una de Maná, “Tú eres mi religión” que podría ser la BS. Por lo menos de mis últimos 15 años. Cada vez que la oigo tengo que tragar saliva porque sino me pongo a llorar.
¿Si no hubieses sido presentador que te hubiese gustado ser? Cantante. De hecho lo intenté. Pero también me di cuenta, igual que de jurado, que aunque sí me podía ganar la vida, para ser una pop star no hace falta tener una gran voz, es más un conjunto de cosas. Imagen, carisma, buenas producciones etc. Un montón de cosas que hace que gente que no tiene una gran voz, sean grandes estrellas de la música. Lo dice el propio Melendi. Sabía que era un camino en el que yo iba a sufrir. No me sentía que tuviera un gran instrumento para defenderme. Tengo el arma en el pico y pensé: lo tuyo es hablar, no cantar.
¿Sigues cantando? Canto en mi casa, en la ducha, canté con Vicky en Levántate. Pero profesionalmente mi sitio era otro. Pero aquí no. Delante de Alejandro Sanz yo no puedo cantar.
