El desfile de Jorge Vázquez era uno de los más esperados en la cuarta jornada de Madrid Fashion Week. Su espectacular puesta en escena, la gran cantidad de celebs por metro cuadrado que reúne el diseñador y sus particulares diseños son ingredientes que no fallan nunca. Vázquez cultiva la virtud de vestir la delicadeza llenándola de carácter y actitud.
Una imagen bucólica con siluetas y proporciones renovadas, que permiten descontextualizar la estética de la campiña francesa y llevarla a todos los aspectos de la vida. La mujer de Vázquez es joven, fresca, romántica, delicada, onírica, fuerte y extremadamente femenina. El gallego rinde homenaje a las grandes musas de la moda y el cine, iconos de los años cincuenta y sesenta. Para él, bajo el intenso cielo azul de la campiña, todas las mujeres pueden ser Audrey, Jackeline, Brigitte o Marylyn.
Faldas con mucho volumen, que fueron tendencia en plena época dorada de Hollywood, mangas redondeadas, diversidad de patrones y un cuidado trabajo de sastrería. Una evocadora propuesta de colores como el blanco, el beige, el maquillaje, rosa empolvado, negros o naranjas son los grandes protagonistas.
Utiliza tejidos naturales como lino o algodón y los combina con popelines, gazares, muselinas, tules, rasos o tafetas. Los accesorios están a la altura de la colección, giran en torno a los iconos del cine de finales de los años cincuenta y principios de los sesenta. Gafas de sol de gran tamaño, pañuelos al cuello, sombreros de inspiración Audrey y gorras bordadas con nombres míticos del celuloide. Bolsos, zapatos de estilo retro y joyas de carácter fresco y alegre.
Jorge Vázquez, el que muchos catalogan como el Valentino español ha vuelto a crear una colección exquisita y altamente femenina.
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