Living Backstage está de cumpleaños. Dos exactamente. Mi alegría, mi gran energía, el trabajo que tantas satisfacciones me está dando y del que ya estoy completamente muerta de ilusión por todo. Como al principio, como siempre.
Dos años con mucho esfuerzo y es que la foto al final de este texto no puede expresar mejor lo que viene a ser todo esto. ‘Detrás de los sueños siempre hay esfuerzos que la gente no ve’. No pude encontrar mejor definición gráfica.
La columna sólo lleva unos meses pero he pensado que aquí es el mejor espacio para dar las gracias, donde muchos de vosotros recaláis diariamente, donde hablo cada día de lo que me apetece.
Porque aparte de esta columna de opinión, la web tiene muchos apartados… moda, belleza, música, cine, televisión, entrevistas, lifestyle… y sí, reconozco que a veces es una locura, que el día no me da de sí y que hay que llegar a todo pero todo merece la pena.
Lorena, es la parte menos visible y que me ayuda a gestionar el contenido siempre que puede. Y aunque haya veces que no pueda, tiene mensajes míos en su whatsapp absolutamente todos los días, de nueve a nueve conexión diaria ¿Y tú cómo ves esto, bien? ¿lo ponemos? ¿qué te parece? A veces se me va un poco la cabeza con tanto trabajo y Lorena despeja la mente y la ordena como nadie. ‘A ver, vamos a centrarnos, por partes’. Es su frase favorita.
Para los informáticos tengo otro capítulo. Les he escrito muchas columna, me dan más momentazos de contenido que de producción. Me mandan facturas con cosas que las han pensado pero no las han hecho. Yo pienso tanto a lo largo del día que también me voy a apuntar a la cola del Inem de la gente soñadora. No digo más que me dejan sin soporte. ¡Qué irónico!
Tengo que empezar a dar las gracias afirmando que el orden de los factores no altera el producto. Todos sois igual de importantes así que seas lector habitual, celebrity, productor, jefe de prensa, dueño de agencia, músico, actor, modelo, diseñador… sea quién sea… Gracias por estar.
Siento dar la tabarra con tantos mails pidiendo cosas pero no lo haría si no lo necesitara para trabajar. Los que me conocen sabe que pedir siempre se me dio mal, muy mal y siempre que lo hago es con todo el respeto del mundo. Es lo que peor llevo de mi trabajo, pedir.
Gracias a todas esas personas que desde el primer momento han confiado en la manera de hacer, de trabajar. Porque siempre he sabido lo que no quería y eso me ha salvado de muchas cosas. En la vida es importante saber el límite y el camino.
Gracias también a todos los que me han emocionado por dedicar parte de su tiempo a darme el impulso más bonito que hay, el de la ilusión. Tengo la memoria llena pero con mucho espacio para devolver cariño. A todos a los que he llamado y les he dicho si podía ser y no han dudado en decirme que sí. Que lo que quiera. A todas esas empresas, agencias, compañías, personas en definitiva que nos han abierto las puertas de su trabajo con tanta ilusión. Os aseguro que la ilusión es mía, nuestra.
No puedo celebrar todo esto en mejor sitio que desde donde os escribo. Living Backstage es prensa oficial una vez más de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, y aquí estoy, en la sala de prensa por tercera temporada. Un sueño de tantos años que ahora levanto la cabeza del teclado, miro a mi alrededor y no me lo creo. Compartir mesa con gente de la moda a la que tanto admiro, a veces pienso que estoy soñando.
No quiero acabar sin recordar esto y es un inciso de algo que leí ayer por la mañana. Como digo las cosas no han sido fáciles, todo requiere un esfuerzo y sí, he comprobado en estos dos años que ser joven y mujer me ha cerrado puertas.
Es súper triste afirmarlo pero ayer cuando leía la carta de Cristina Boscá, locutora de Los 40, me di cuenta de que no sólo estos dos ingredientes son la bomba. Está embarazada y en su escrito decía que esperaba que tener un bebé no trunque todo el esfuerzo que había puesto en su profesión. No son las palabras exactas pero prácticamente.
Lo decía tan desde dentro que me impresionó algo que todavía no me ha llegado, ese paso más que es un embarazo y donde la palabra conciliación aparece con algo de miedo.
Qué difícil es vivir, pero que bonito sentir que estás vivo. Este es un sueño que merece mucho la pena. Gracias de corazón.
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