Era obvio que la columna de hoy se la dedicara a Pablo Alborán. Al backstage y a los detalles que no se ven. Al agradecimiento y a la intuición. Pero iremos por partes.
Pablo Alborán nos convocó, o mejor dicho su discográfica nos llamó a la cita para la presentación del Tour Prometo que el artista arrancará en un par de semanas.
El encuentro se produjo a las afueras de Madrid, bastante lejos de lo que uno imagina como las afueras, todo bajo una intensa niebla como acompañante de camino. Lo primero al llegar, ‘perdón por la distancia’. Así de cálido y cercano borró de un plumazo los minutos de incertidumbre al volante.
Un local sin más sino fuera porque lo llenó todo al llegar, como sus conciertos, con varios sold out desde hace semanas. Una acústica inmejorable y compañeros preparando su equipaje de viaje. Ese en el que apuntamos palabras de momentos y declaraciones como afirmaciones.
El mío se quedó en blanco porque es de los pocos artistas que me dejan sin capacidad de reacción cuando ése es mi único lenguaje, cuando mi única herramienta de expresión es la palabra y yo la pierdo cuando empieza a volcar todo lo que en estos dos años ha callado.
Entonces empieza el silencio y del silencio la emoción. Una cadena de factores altamente encadenados a la magia que produce y entonces me pregunto como esa palabra ha llegado a perder tanto peso lingüístico.
No hay algo que lo defina que se pueda expresar mediante varios golpes de teclas porque el sonido no se equiparará jamás a lo que él produce. Sólo el sonido del revuelo ante tanta expectación puede explicar su fenómeno.
Es ese sonido de gran expectación el que te pone alerta y así empieza él… cuando el bullicio rompe en silencio para que sólo se escuche su voz. Dos canciones son las que cantó ayer para hacernos saber que tiene la mejor gira entre sus manos.
Un anticipo, una alerta de tsunami con la que ni siquiera te da tiempo a organizar sentimientos, se los lleva y eso es también lo que pretende. Meterte en su mundo a través de sus canciones, que recorras tu pasado, tu presente y tu futuro.
Ese en el que tenemos la suerte de que sus canciones permanezcan, un legado que ya nos ha cautivado. Con dos canciones hizo que nos costara preguntar, a ver quién arranca después de semejante preludio.
Los camareros pasaban vino y aperitivo a los supervivientes de los últimos acordes. Y así es como empezó todo, con sus ganas y las nuestras, con varios ases bajo la manga, porque él de magia sabe y mucho. Empezará en América y seguirá en España, luego volverá porque es de los que dan su palabra. El promete a ciencia cierta un montón de canciones, que nos revolverán las emociones.
Y se fue, hasta dentro de dos semanas, donde el mundo verá su talento. De eso mismo nos quedamos hablando los compañeros, en una rueda de prensa donde la importancia de un buen equipo salió de nuevo a escena y casi nos quedamos hablando hasta la cena.
Suerte Pablo Alborán, solo necesitas cuatro segundos para hacer el mundo un poco más bonito, los que tarda en erizarse la piel.
(Si quieres leer la noticia de la presentación de gira pincha aquí)
Images: Living Backstage

Maravilloso todo lo que hace con su talento, llegando a cada uno de nosotros con tan sólo escucharlo nos llena de vida.
Esperando el momento de tenerlo un poco más cerca!! Argentina te ama y te espera❤