¡Buenos días! Mañana Nochebuena, ya está aquí otra Navidad más, madre mía como se pasa la vida. La verdad es que si Dios quiere que hasta el 31 siga todo así, cierro uno de los mejores años de mi vida a varios niveles.
Ayer fue el día de la Lotería y poco os hablé de esto. Me gustaría detenerme en ello… Por la tarde, después de salir de Telecinco y cuando ya acabe de todo, cogí un taxi y me dio el suficiente tiempo de escuchar en la radio una tertulia bastante interesante. No hace falta que recalque que los atascos de Madrid dan para mucho.
En un programa debatían un montón de razones por las que, que te toque la lotería, no es tan increíble como pueda parecer. Visto así es un vengaaaa valeee pero a todos nos encantaría que me estás contando. Pues en realidad ¿a quién no le viene bien un buen pellizco? Pero el pellizco hay que saber manejarlo. Como no me ha tocado nunca no voy a hablar de cómo gestionarlo porque no tengo ni idea ¿o sí? Porque realmente todos los días a todos nos toca la Lotería pero quizás no seamos conscientes.
Suena a topicazo pero ¿vivir? ¿Eso no es un premio gordo? Y si además el de la tienda de al lado te atiende amable, recibes una llamada bonita o un te quiero… ¿No es ya un premio importante? Todo el mundo habla del dinero a modo superlativo y claro que a todos nos gustaría que nos tocase la Lotería pero sinceramente creo que la Lotería debería de estar para aquellos que realmente están en una posición muy precaria. ¿No es el dinero algo material que realmente no nos hace felices?
Esto es un debate muy largo porque el dinero ayuda pero la vida es mucho más que eso. Son detalles, momentos, alegrías, el dinero viene y va, más, menos… pero la felicidad cada día la buscamos en otros derroteros. Caemos en un bajón importante cuando nos dicen ”no ha tocado nada’ pero realmente piensas en tu día y ¿por qué nos somos conscientes de valorar lo bueno que tenemos? O sí, cada cual se lo sabe pero a mí por ejemplo me pasaron tantas cosas bonitas ayer de las que estoy alucinando y que ni me esperaba que prefiero que el dinero le toque a alguien que pueda comprar regalos esta Navidad para ver felices a sus hijos.
Yo no pido mucho de hecho siempre me preguntan y contesto no sé. La vida últimamente me está tratando tan bien que pedir algo se me hace egoísta. Todo el mundo tiene sueños pero realmente ¿nos haría más felices comprándolos con dinero? Si lo que tenemos ahora que estoy segura que es mucho, no nos motiva, el dinero tampoco creo que lo haga. Cada uno tiene que saber valorar el ahora porque si anhelas toda la vida no has vivido nada y posiblemente lo bueno ni lo hayas valorado. De momento sólo sabemos que se vive una vez, vive el momento y evítate el sufrimiento.
Feliz finde nos leemos la semana que bien y os cuento mi experiencia por Telecinco 😉 Llevo pantalones de Massimo Dutti, botines de Alejandra Silva para Cuplé, abrigo de Zara y cuello de pelo de Parfois, gafas Mr Boho, bolso Loewe, anillo comprado a un orfebre de Sevilla y barra de labios personalizada de Yves Sanit Laurent. Mil besos en el corazón, gracias por estar.












