¡Buenos días! ¿Cómo estáis? Ayer escribí el post antes de poder ver el nuevo programa de moda de Sara Carbonero y muchos me habéis preguntado que me pareció aunque en las redes sociales empecé nada más ver a comentar la jugada. Porque me parece tal cual, una jugada.
No suelo opinar de este tipo de cosas, si me gusta maravilloso si no me gusta a otra cosa porque no tengo que desprestigiar lo que a otra persona le puede parecer maravilloso. Gustos hay muchos y el mío no tiene porque ser el mejor ni mucho menos, es, el mío. Pero lo de ayer me pareció que ofendía a toda la profesión. Exageradamente frívolo es algo que lo podría resumir para tampoco ahondar demasiado en el tema, creo que tampoco lo merece. Los que sentimos la moda de otra manera deberíamos de pasar de puntillas y saber que esta profesión es otra cosa.
Bastante frívolo parece ya como para que alguien aumente algo irreal. Flaco favor me parece que nos hacemos entre todos con este tipo de contenidos pero insisto que es algo que debemos dejar caer por su propio peso. Lo que sí me di cuenta y he de decir que me alegré, es que los que estamos en este medio enseguida vimos que no era lo que esperábamos. Quizá va dirigido a otro tipo de público, quizá sea algo destinado al entretenimiento y poco más. Periodistas, modelos, agencias… en su inmensa mayoría algo no vimos bien y personalmente es una tranquilidad saber que hay límites y que supimos donde estaban. No voy a profundizar más porque con verlo 10 minutos tuve suficiente. Que cada uno reflexione y sepa donde está la calidad y la cultura en los contenidos. Igual no es el programa de moda adecuado para que te digan tres frases sobre Balenciaga pero sí para saber qué hay que hacer para tener más seguidores.
No voy a entrar más, creo que me extendí lo suficiente para decíos que tras eso me tomé unas copas, no para olvidar que también sino porque sigo de “semi-vacaciones” y hay sitios que estás tan en la gloria como este que os enseño hoy que no se necesita ver nada. Terraza del Hotel Vintage en Begur. Único, después de ver las vistas no hay que decir mucho. Mil besos en el corazón, mañana más.







