Acabo de vaciar mi habitación y tengo una sensación de extrañeza y no sólo por el eco que lo inunda todo. He empaquetado recuerdos y he tardado más de lo que yo pensaba. No me voy a ninguna parte, al menos por ahora, sólo voy a pintarla para dar comienzo a una nueva etapa.
Pero he pensado por un momento qué pasaría si me fuese de esta casa. Hay gente que hace con mucha facilidad las maletas y que sobreviven a mudanzas infinitas. Y digo sobreviven porque cuando yo tuve que hacer mi última mudanza lloraba cada noche de puro agotamiento. Poner en cajas todo lo que tenemos es realmente agotador.
No sé en qué momento pensamos que necesitamos tantas cosas pero si están por algo será, quiero creerlo así. Porque al igual que el desarrollo personal está el desarrollo de las cosas materiales que necesitamos o los gustos que al igual que nosotros evolucionan. Cada vez que tiene que entrar alguien a mi casa que no me conoce, y me refiero a alguna persona que me ayude con las tareas domésticas porque sino mi casa está sellada para gente que quiero, lo primero que me preguntan es si me dedico a la moda.
Antes encontrabas pilas de apuntes ahora cuadros de desfiles, discos antiguos, alguna invitación a eventos que me han enloquecido como el aniversario de Elle o cientos de dossieres de ruedas de prensa. Últimamente estoy acumulando muchos de estos recuerdos porque siempre tienen historia y eso me encanta. Al igual que prendas de ropa con las que fui a algún sitio y me transportan al lugar inmediatamente. Creo que me estoy volviendo profunda porque cada vez me gusta más que los míos vengan a casa y explicarles cuando preguntan y normalmente lo último que suelto es… ¡Me lo pasé tan bien!
Igual pasa con las fotos. Estoy renovando todo lo que tengo y aunque es verdad que con eso voy poco a poco porque hay cosas que quiero que permanezcan, me apetece tener presente lo de estos últimos años ¡Como mi foto con Olivia Palermo! Creo que es la única foto que me da igual salir horrible porque no podía estar más nerviosa pero ahí la tengo en medio del salón. Hay gente que tiene el plus yo tengo a Olivia Palermo.
Qué simpática fue y eso que se hizo fotos no con media fiesta sino con la fiesta entera. Creo que ya salió de la sala con la mente en que iba a tardar media hora en cruzar el espacio debido a las fotos y se lo tomó bien. Y eso que en ese tipo de fiestas rara vez es la que un invitado se fotografía tanto, a no ser que venga Karl Lagerfeld etc etc. La cuestión es que ahí la tengo, mano a mano invadiendo los recuerdos.
Como os decía las mudanzas son agotadoras, la monja del colegio mayor cada año se empeñaba en que teníamos que hacer cajas con todas nuestras cosas y vaciar la habitación. Multiplicado por cuatro años que estuve porque mis amigas no se iban ni con agua caliente fueron 4 mudanzas en 4 años. Yo no sé que interés tenía en recoger todo si al año siguiente volvíamos a lo mismo de nuevo. Siempre me pregunté para qué quería las habitaciones. Supongo que para alguna excursión de escolapios que venían de vacaciones desde Noruega a la cálida España. Yo qué sé. No se lo pregunté nunca por si acaso.
Mi mudanza definitiva llegó hace como nueve años, si no recuerdo mal así es. Y aquí estoy, haciendo mudanza no de lugar sino de espacio vital.
Images: Living Backstage
