Tengo idea más o menos de la franja de edades que lee esta página. Google me lo chiva, bueno concretamente a mí no, a los informáticos. Sale el rango de edad, la ciudad, el país, tranquilos que el nombre no sale… por si alguno ahora está con los ojos a lo Marujita 😉
Aunque se puede ver hasta por donde se mueve el ratón me parece un retraso que no se vea el nombre, aunque la verdad, para mi no es nada relevante, feliz de que estéis por aquí.
Bueno todo esto venía porque voy a hablar si no os importa de los 30 para arriba. Vamos a dejar primero claro que tengo 30 y muy pocos, que ponerse años sin necesidad pues ya me entendéis. Para qué.
El caso es que desde que cumplí los 30 esto es… ¿caótico? Vamos a ir por partes. Las revistas que lees ya te dicen… Cosas que tienes que hacer antes de cumplir los 30. Como si a los 30 fueses un poquito inútil o ya no las pudieses hacer. De hecho alguna amiga se vio tan agobiada que hizo la famosa lista de las 30 cosas antes de los 30. Tirarse en paracaídas. Corre muchísima prisa antes de cumplirlos, que lo sepáis.
En fin, a lo siguiente que voy. Cuando acudes al dermatólogo te mira la cara y te dice ¿ya te pones contorno de ojos? ¿Yo? ¿contorno? ¿por qué? ¿debería? ¿a partir de qué edad es conveniente? ¿no lo he hecho bien y me van a salir porque no me he cuidado? ¿eh? ¿eh? ¿eh? Bolsa de hiperventilación.
Por no decir que cuando llegas a casa te has visto ya dos arrugas en la frente que antes de ir al dermatólogo no estaban. Esta te la pones por la noche, con esto te haces un peeling y y una vez cada cierto tiempo una limpieza. Ale… deberes pre pensionista.
Abres tu revista mensual favorita y ahí está. Tus looks a los 20, a los 30, a los, 40, a los… Cuidado con los de los 30… ya no vale comprar en Zara Trafaluc… es más, subes a la plata Trafaluc y ves a niñas con plataformas, crop tops y gorros con pompón que hace que bajes de tu hasta hace dos días planta favorita, como si tuvieses que decir Pamplona con medio kilo de polvorones en la boca.
Esa es otra… El cuerpo… ya no vale ir a la playa como la naturaleza te lo dio, no, ahora hay que trabajárselo. Abres Instagram Stories y ahí están todas las de tu edad con un entrenador personal mientras te estás comiendo un brownie que se te acaba por hincar.
Porque vas al espejo, te miras la tripa de lado y cuidado… tienes una bolita pequeñita que como no la domes no sabes cómo puede acabar porque claro las demás están haciendo gimnasia y tú no. ¿Vienes conmigo a patinar? ¿A patinar? ¿Vas a patinar? ¿Por qué? ¿Por hacer ejercicio? ¿Desde cuando te gusta patinar? Va bien para las piernas…. Las piernas. Las mismas que en las fotos te ves la rodilla con más montículos que el Mississippi. Ay la virgen… ahora hay que ir a patinar que no ibas desde la adolescencia cuando lo único que pensabas es en no mellarte las rodillas porque tenías que ponerte la mini falda para salir.
Por no hablar de los conciertos. ¿Vamos en plan sentadas no? ¿Sentadas? ¿A grada? A ver en grada también se baila. Sí… en grada se baila… te lo repites 7 millones de veces hasta el día del concierto hasta que llegas y la de detrás te dice, ¿te importaría sentarte? Es que no se ve bien. Y sí, la quieres mandar a la ópera pero tu estado no pre adolescente hace que le digas, no se preocupe señora que ya me quedo aquí como un muermo.
En fin, que la treintena no es fácil. Que alguien me diga en unos años cómo son los 40. Creo que ahora dicen que son los nuevos 30, es que no nos cae nada bueno.
