¿Te ha llegado ya la invitación de boda? El tema estrella de cada marzo de un tiempo (pequeño) a esta parte. No, no me ha llegado nada. La novia empieza a hiperventilar y la culpa se la echa al futuro marido que es de lo único que se ha encargado. Pollo asegurado, a ver cómo se calma esa situación porque a veces llega a ser desesperante.
Cuando parece que todo vuelve a su cauce y el conserje te la entrega y se espera para que le cuentes quién de tus amigas que ya conoce entra al club de las casaderas, tú te preguntas cómo será la invitación y si llevará plano o no.
¿Qué manía le ha dado a todo el mundo con poner plano? Porque además no es versión Google Maps, es trazar una línea sin ningún tipo de coherencia respecto a la distancia de un sitio a otro. Por no hablar de los dibujos de iglesia y convite, que parecen más unos dibujos para descifrar psicológicamente tu estado de nerviosismo que de indicarte el lugar.
Me ha llegado todo correcto, allí estaré puntual sentada en el banco de la primera fila para no perderme detalle. No… me tienes que confirmar en la página web que hemos creado para la boda donde te vienen todos los pasos que tienes que seguir y todas tus dudas.
¿Dudas? Pero si la invitación llega con plano qué clase de dudas voy a tener. ¿Y no te puedo confirmar así por teléfono? ¡Qué más da, si ya sabes que voy! No, no… es por el tema logística, ¿logística? Pero dónde vamos acaso… a una concentración de moteros o qué. En la página web vas a ver como está todo clarito.
Con lo que me costó a mí crear esta no me imagino el día de mi boda teniendo que hacer otra, mi futuro marido si quiere hacerla remará solo, yo otra más no abro. Si cada vez que tengo que hablar con los informáticos tengo que comprar vocal para poder entender algo ¿cómo voy a abrir otra para mi boda?
Es que prefiero no casarme a montar otra web. Si por los informáticos fuera no me casaba, me veo que me duplicaban las confirmaciones o algún que otro desastre que terminaría por poner dinero seguro. Cada vez que les pregunto algo el resumen general es ‘tanto más IVA’.
Es que una boda está llena de pijadas que luego no me extraña que los novios se tengan que ir a unas islas del otro lado del mundo a desconectar. Lo que no sé es cómo tienen ganas de volver. Quizá por enseñar el álbum de boda a los amigos… y el video y… ¡el video del dron!
Yo casi que prefiero que se queden en alguna playa desierta de esas que llevas la pulsera y albornoz blanco, un full equip con mesa al borde de la orilla. Ver el álbum de boda es sobre pasar la dosis de café del día. La misma dosis que te tienes que beber cuando sumas los gastos entre la despedida de soltera, la preboda, la noche de hotel, el AVE, el vestido… Creo que en la próxima boda voy a a poner un cajón bajo el título ‘ayudas para las amigas de la novia’.
Menos mal que vamos con alegría, que me encantan las bodas y termino llorando en todas.
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