¡Buenos días! Así me gustaría estar hoy, en modo slow life. Estas fotos pertenecen a las vacaciones de Semana Santa y como veis estaba a unos pocos kilómetros de Madrid, bastantes. Vida tranquila, paseos mañaneros, respirar aire puro, fresquito… y aprovechando precisamente eso y que hoy han bajado las temperaturas os enseño este look.
Creo que me cuadra perfecto y hacía mucho además que os quería mostrar este pantalón. Lo tengo en el vestidor hace como tres meses, no me atrevía a ponérmelo en Madrid como tantas y tantas han hecho. Y me consta que ha sido así porque los pantalones fueron un boom, de una colección mínima y que se agotaron enseguida. Tal fue la cosa que me tuve que coger ejem… dos tallas más que la mía.
Pero que queréis que os diga… tan a gusto me los llevé, me volvían loca y luego como os digo no encontraba el momento de ponerlos porque es verdad que “no son muy yo” hasta que llega este paisaje y no veo lugar mejor. Algo tenían que me volvía loca y como me adelgacé bastante pensé… enseguida echo dos kilitos y me valen, pues dicho y hecho. No engordé por los pantalones que nadie se escandalice. Tengo mucho fervor por la moda pero la cabeza aún la tengo encima de los hombros. Así que aquí los tenéis y seguro que para todas las opiniones. Tengo una amiga que igual no me vuelve a dirigir la palabra por habérmelos comprado jaja! Son de H&M al igual que la camiseta que la compré hace 15 días y no me la quito. Bolso de Galerias Lafayette, zapatillas Stradivarius, gafas Uterque y sombrero Day a Day.
