Últimamente todos los eventos a los que acudo recalan en la misma calle. La calle de Alcalá. Sí, has tarareado la canción y lo sabes. Mi mañana ha empezado en el Casino de Madrid y me ha hecho darme cuenta de muchas cosas. De que en el mundo hay muy buena gente aunque a veces resalten los que no lo son tanto y que con un poquito de amor y dedicación todo se consigue.
Casi nada la lección de la mañana. Me acerqué hasta el Casino para la presentación de la próxima edición de los aceites gourmet Primer Día de Cosecha de Castillo de Canena ya que la etiqueta está creada por la bailarina y coreógrafa Sara Baras. ¡Una belleza de etiqueta!
Tenía varias misiones que cumplir allí, una cubrir el evento porque yo perdonadme que os diga pero es oír el nombre de Sara Baras y desde que vi ‘Voces’ (crónica que está en las noticias y podéis recordar aquí) yo ya no soy la misma. Porque a parte de ver un espectáculo único me di cuenta del espíritu de sacrificio y mil cosas más, todas con connotaciones muy positivas. Como lo que significa la palabra ‘artista’ o ‘admiración’. La otra hablar con su equipo para una cosa que todavía no puedo desvelar y que veréis más adelante.
Mientras esperábamos a Sara, que la pobre perdió el AVE, esas cosas que nos pasan a la gente que vamos a mil y acudimos y tenemos que llegar a todo, estuvimos degustando lo que el chef Paco Roncero había preparado. Todo maridado con el exquisito aceite protagonista de la presentación. Mientras se sucedían las conversaciones nos acercamos hasta el equipo de Sara y aunque como os digo todavía no puedo contar para qué, si quiero agradecer el trato y la conversación que tuvimos.
Porque cuando el equipo de un artista te lo pone tan fácil o no quizá es lo correcto fácil, no sé como llamarlo… Que es atento y está pendiente de ti, que valora tu trabajo, que le cuentas algo y les entusiasma, que tienen a mil medios más grandes que el tuyo y que te digan no, cuidado… nosotros no miramos que seas pequeña o grande… perdonadme que os diga pero no sabéis como se agradece porque da igual que seamos pequeños o grandes aquí a la gente se la trata con cariño sin importar un número y así seguirá siendo.
No puedo contar mucho porque también pertenece a lo privado es simplemente un gracias por dedicar su tiempo a algo que forma parte del mío, es un gracias a la accesibilidad, a la importancia de un buen equipo que cuando trabajas con artistas de la talla de Sara Baras es digno de mencionar porque ella es brutal, única, mil definiciones pero también es eso gracias a la gente que tiene detrás y ella lo sabe y les da la misma importancia, eso lo que hace a un artista grande.
Qué os voy a decir de ella no necesita descripción, de verdad que os aconsejo leeros el enlace de la crítica que hice y ahí sabréis lo que pienso. Tiene toda mi admiración, es la dulzura hecha persona y la buena gente también, se le ve en los ojos.
Luego seguí con mi día pero aprender este tipo de lecciones es lo que hace enriquecer a una persona, por lo menos así me siento yo. Porque sólo hay que abrir los ojos para saber qué puedes aprender de los demás y quedarte con lo bueno que al fin y al cabo es lo que hace de la vida algo interesante.
